México, segunda llamada…
- lapequenamuerte
- 16 abr 2018
- 3 Min. de lectura
La Actualidad
Supongo que no existe alguna persona en nuestro país que vea con posibilidades de triunfo a Jaime Rodríguez “El Bronco”, un personaje gris de la política contemporánea que representa el papel populista por el que optaron varias figuras del pasado. Orgulloso de su limitado acervo cultural y colgándose cuando considera oportuno de la figura de su hijo fallecido, se sabe derrotado desde un principio, pero, su encomienda no es ostentar la banda presidencial sino dividir a los mexicanos desinformados y restar votos a Andrés Manuel López Obrador.

No es una sorpresa que la decisión del Tribunal Electoral se diera instantes después de terminada la celebración por el cumpleaños número 70 de Carlos Salinas de Gortari, a la cual asistieron a rendirle pleitesía miembros de la elite política del país; ministros de la Suprema Corte de Justicia, gobernadores priistas y panistas, líderes sindicales como Romero Deschamps, el jefe jurídico del movimiento Por México al Frente, el panista Diego Fernández de Cevallos y, por supuesto, el presidente Enrique Peña Nieto y varios miembros importantes de su gabinete.
Como es costumbre en la cúpula del poder, las fiestas se convierten en reuniones estratégicas en las que deciden el futuro de sus gobernados.
Los escenarios posibles los tiene bien estudiados el régimen, las embestidas contra Ricardo Anaya son procesos experimentales para medir la respuesta de la población.
Hace unos días el INE nos informaba a todos los mexicanos que tanto Margarita Zavala como El Bronco, poseían en su recopilación de rúbricas, firmas duplicadas, firmas de gente fallecida y sospechas de coacción en la reunión de miles de ellas en asociación con grupos criminales y en lugar de castigarlos se les premió con candidaturas presidenciales.
Punto de Quiebre
Actualmente, México enfrenta problemas propios de un punto de quiebre. Como he comentado desde la apertura de este espacio, el mundo se dirige a la ruptura del actual paradigma político internacional. El neoliberalismo y la globalización tienen los días contados. Ante tal panorama, los regionalismos serán la figura proteccionista por excelencia en un futuro, por ello, EEUU está empecinado en hacerse con el control total de agua y energía de México (Proyecto de Integración Energética de América del Norte) y, no obstante las burlas, acusaciones y amenazas de parte de su presidente, nuestros políticos les entregan todo, de forma cínica y acelerada.
Tanto el PRI como el PAN, han votado por la mayoría de las iniciativas criminales que nos tienen al borde del colapso. Entregaron la mayor de las joyas que le daban certeza a nuestro país: el petróleo.
Fabricaron también en conjunto, La Ley de Seguridad Interior, para el control y hostigamiento de la población, La Iniciativa General de Aguas, que de aprobarse a finales de este mes, plantearía una tarifa incluso para la recolección de agua de lluvia. La Ley de Biodiversidad le brindaría certidumbre a la industria minera, hotelera y farmacéutica para el exterminio y mercantilización de antiguas zonas protegidas y especies endémicas de flora y fauna (ANP).
Antes de que finalice el sexenio, los políticos serviles al régimen, buscarán plantear y aprobar una saga de Leyes destructivas y entreguistas ante la apatía y pasividad de millones de mexicanos.
Conclusiones
Existen tres tipos de ciudadanos que pueden llevarnos al colapso. El primero, un ciudadano(a) que espera recibir ciertas recompensas en caso de que llegue al poder un régimen continuista, sea del PAN, del PRI o cualquiera de sus partidos edículos. Es posible que esta persona pertenezca a cualquier espectro social, así que, puede esperar recompensas de alto nivel, como algún cargo público o simples migajas que le tiren sus señores desde la mesa cual perro faldero, a cambio de comprometer estúpidamente el futuro de su nación. El segundo tipo de ciudadano(a) es aquel apático que siendo semiconsciente de la situación actual, decide “castigar” al político mexicano, generalizando y culpabilizando por igual sin informarse a fondo sobre el proyecto de nación que representa cada candidato, sus antecedentes y su historial político. El tercer y último, posiblemente sea también el peor. Aquel que, sufriendo las consecuencias del régimen, llámese violencia, incremento de precios, limitación de servicios y/o contaminación, se pelea por una sombrilla o alguna despensa. Este ciudadano(a), consiente de su ignorancia no hace nada por resolverla, pese a las herramientas de comunicación actuales y su fácil acceso a la información. Es un personaje sin criterio, con nulo fondo cultural y con una perspectiva limitada. Quizás, el corrupto, el apático y el idiota sean los tres tipos de ciudadanos que motivaron a Joseph de Maistre a decir que, “cada nación tiene el gobierno que se merece”.
Les deseo muy buen día a todos.
Estéfano Robles
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