El inevitable declive de EUA y las consecuencias para México (Parte II)
- lapequenamuerte
- 15 ene 2018
- 3 Min. de lectura
Los tratados de Bucareli, el Plan Marshall y los Acuerdos de Bretton Woods
Cerré la anterior entrada, aludiendo a los tratados de Bucareli. Para quienes no han escuchado sobre el tema, lo resumiré situándolos en aquel contexto nacional.
Álvaro Obregón había heredado una nación en crisis económica e inestabilidad política. Los conflictos internos de nuestro país amenazaban constantemente su régimen, por lo que necesitaba el reconocimiento de los estadounidenses, cuyos intereses había dañado la revolución mexicana y la reciente concebida Constitución de 1917, heredera de la corriente nacionalista que imperó en el siglo XX. Para obtener apoyo político y militar, Obregón accedió a comprometer el desarrollo industrial de México, contradiciendo el artículo 27 de la Constitución –el cual aclara que las riquezas del agua y subsuelo son propiedad única de la nación–, para beneficio de la industria minera y petrolera de los Estados Unidos, se comprometió también a que, en caso de crisis económica, se recortaría presupuesto sobre todo en educación y cultura, así como gradualmente recurrir a la tecnología estadounidense de segunda y tercera generación para las necesidades en infraestructura nacionales.
Como estos tratados hay muchos otros, los cuales son un infame ejemplo del control que los Yanquis siempre han ejercido sobre diferentes naciones.
El Plan Marshall (1947), fue promovido y financiado por los Estados Unidos, aparentemente para la recuperación económica y social de la Europa de posguerra. El nombre oficial del plan era ERP (Plan de Recuperación Europea). Dicho plan nunca fue incitado en base a la solidaridad y buena voluntad. Fue planeado, estructurado y finalmente ejecutado para frenar la influencia comunista en la Europa occidental, consiguieron también hacer de Europa un mercado atractivo para el destino de los productos estadounidenses, uniendo el territorio cultural y comercialmente, colocando los cimientos de la UE, en cierta consonancia con las tesis de Kalergi. Por otro lado, la Doctrina Truman, se puede comprender desde el mismo contexto histórico y social, pues consistía en brindar apoyo económico y militar a los países vulnerables –según la visión estadounidense– a sufrir una revolución comunista. En conclusión, los EE.UU. nunca apoyan una causa sin esperar retribución de la misma; la influencia de los miles de millones de dólares inyectados en Europa con el Plan Marshall no se reflejan en gran medida en la acelerada recuperación regional, sí en el endeudamiento y autoridad de Estados Unidos en la zona.
Acabada la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se apresuro a establecer un dominio global, mediante su moneda, para controlar así las relaciones financieras internacionales. Los Acuerdos de Breton Woods (1944), lograron establecer el dólar como moneda de intercambio internacional, pues en ese momento Estados Unidos poseía una gran parte de las reservas mundiales de oro. Es por eso que las diferentes monedas se cotizan en dólares.
Estados Unidos se comprometía desde ese momento a no permitir la impresión de más dinero del que les permitiese respaldar el oro de sus bóvedas. Actualmente Estados Unidos tiene en circulación una cifra completamente increíble y casi incuantificable de dólares, lógicamente respaldados en nada, por lo que de facto, son culpables de un frade mundial.
La deuda pública estadounidense asciende hoy a más de 18 billones de dólares según datos oficiales, recogidos en el año 2015, lo que convierte a nuestro vecino, en el país más endeudado del mundo.
¿Cómo sostiene Estados Unidos su maquinaria financiera? Seguramente han escuchado de los famosos petrodólares…
Continuaré con el tema sobre el inevitable declive de los Estados Unidos y las consecuencias para México en la siguiente entrada.
Les deseo muy buen día a todos.
Estéfano Robles
















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