El Fracking, un acto terrorista ambiental para México y el mundo

Hace unos días escribí sobre el HAARP y las opiniones que lo señalan como responsable de terremotos y huracanes. Quizá la naturaleza crítica hacia el proyecto HAARP puede ser considerada por escépticos como especulativa o paranoica. En cambio, se ha comprobado con estudios de dominio público, que la fracturación hidráulica no solo gasta y contamina una enorme cantidad de agua, sino que es causante de sismos.

Para entender el procedimiento, debemos ubicarnos en el contexto de explotación de hidrocarburos actual. Estados Unidos ha agotado muchos de sus pozos y ahora recurre a los yacimientos no porosos (formaciones rocosas poco permeables) para extraer gas y petróleo. Según datos de la “Alianza Mexicana Contra el Fracking” (http://www.nofrackingmexico.org/) para la perforación de un solo pozo, se pueden llegar a requerir hasta 29 millones de litros de agua. El problema no termina ahí, para lograr conservar potencia en la inyección, se le agrega al agua un cóctel químico sumamente contaminante que deja inservible el agua donde se vierte, haciendo imposible su potabilización. Al no tener un uso viable, este líquido contaminado se entierra, lo que puede traer consecuencias aún peores, pues la misma industria petrolera no ha demostrado con estudios serios, que el desecho que se entierra no puede con el paso del tiempo, llegar a contaminar los mantos acuíferos. Otro de los daños del fracking es el desmedido desvío del agua, lo que afecta al ecosistema y al sector agrícola mexicano, de por sí debilitado. Encima de todo esto, las fracturas a casi 5 kilómetros de profundidad generan grietas en las placas tectónicas y con ello, el riesgo de numerosos sismos provocados por el ser humano.

Existen actualmente cerca de un millón de pozos de fracking en el mundo y México no es la excepción. En nuestro país hay más de 900 pozos de fracturación hidráulica, de los cuales, más de 200 se encuentran en zona sísmica.

La Reforma Energética, promovida por el presidente Enrique Peña Nieto, abre la posibilidad a feroces empresas extranjeras a la explotación de nuestro suelo por medio de fracturación, con lo que se espera que en los próximos años el número de pozos aumente dramáticamente.

La necedad del ser humano por depender de los hidrocarburos nos llevará a una lenta agonía.

Los invito a visitar el sitio web de “Alianza Mexicana Contra el Fracking” (http://www.nofrackingmexico.org/) para estar informados, compartir y divulgar la información sobre las acciones fatídicas de la industria petrolera que nos afecta a todos.

Les deseo muy buen día a todos.

Estéfano Robles

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