Los indígenas en México, motivo de burla y vergüenza

Estéfano Robles
12 feb 2018
4 Min. de lectura

Los indígenas para el Orden Financiero Global

Fuera o no la insurrección Zapatista de 1994 un movimiento orgánico, no podemos negar los logros conseguidos por el mismo, la sensibilización hacia los grupos segregados, la creación de comunidades indígenas independientes, su reconocimiento tanto en el espectro nacional como en el internacional y la mitificación de su principal líder y vocero: El llamado Subcomandante Marcos.

Precisamente la figura romántica de Marcos, su dominio de los medios y de la dialéctica fueron fundamentales para atraer los reflectores hacia la organización libertaria del EZLN.

En 1997, el Subcomandante concedió una entrevista al ciudadano norteamericano Kerry Appel, por cierto, conminado por el Instituto Nacional de Migración en enero del año 2000 a abandonar el país en un plazo máximo de 24 horas por, presuntamente, estar implicado en participaciones políticas del movimiento pro indigenista.

En dicha entrevista Marcos, ofrece una interesante lectura sobre el panorama mundial acerca de los grupos indígenas segregados y las llamadas minorías sociales como la comunidad homosexual, las mujeres, los jóvenes y ancianos.

Marcos comenta que el orden financiero global solo reconoce a los ciudadanos del mundo por un número, ya sea su valor adquisitivo, su representación en la producción o su capacidad de crédito. Comenta además, que el sistemático proceso de discriminación se basa también, en la idea de la aniquilación de grupos con características etnolingüísticas que difieran diametralmente del perfil WASP (White Anglo-Saxon Protestan), grupo ultra conservador estadounidense que demanda la renunciación de los valores culturales de los grupos indígenas a costa de los supuestos procesos civilizatorios, que, podrían definir básicamente, doctrinas supremacistas como el Destino Manifiesto.

Marcos no lo comenta directamente, pero en México no es solamente culpable el gobierno o las grandes corporaciones multinacionales, aquellas que arrebatan territorio y deniegan las prerrogativas y servicios elementales a los grupos indígenas que sí se le conceden al ciudadano de primera clase; somos nosotros mismos, quienes formamos esa enorme masa pasiva de complicidad.

El empoderamiento de la imagen anglosajona y el daño psicológico para los niños mexicanos

Como lo comenté en las tres entradas anteriores (El Inevitable declive de los EUA y las consecuencias para México) infortunadamente se han incluido a nuestros valores culturales sesgos de racismo y discriminación.

Si nos dirigimos al supermercado ¿cuantos productos –aun nacionales– encontraremos que contengan en su publicidad personas con características similares al común de la sociedad mexicana? Si prestamos atención a la pregunta anterior y decidimos llevar acabado dicho ejercicio, nos encontraremos con un bombardeo de imágenes excluyentes que estandarizan como “bueno” o “deseable” un color de piel y unas facciones que no se corresponden con el mercado que las consume, en este caso, el mexicano.

Pero, ¿es suficiente dicho bombardeo al que nos somete la publicidad para estructurar desde pequeños un pensamiento pasivo, que nos haga anhelar y ver como superior la apariencia caucásica?

En el año 2011 la agencia independiente 11.11 Cambio Social (www.11-11.mx/ ) realizó una investigación con niños mexicanos para esclarecer la percepción racial de lo bueno y lo malo y con ello medir la penetración del racismo en la sociedad infantil. Los resultados no son nada risibles; demuestran una preocupante realidad de sumisión y daño en la autoestima y la identidad de los niños.

La imposición de la cultura anglosajona en nuestro país no se limita a la imagen y la publicidad. El yugo norteamericano pesa en nuestra sociedad desde hace muchísimos años, genera división e ignorancia, supresión y pérdida.

La preeminencia que siempre ha buscado EE.UU. de nuestra nación se traduce en una serie de tratados y arreglos comerciales injustos y ventajosos que se replican hasta nuestros días.

La integración energética de América del Norte es un tema de gran preocupación que no ha recibido la cobertura necesaria en los medios como para enterar a la población mexicana de sus terribles consecuencias, a la vez, forma parte también de una serie de abusos y control de nuestra cultura y recursos por parte de EE.UU. quienes a toda costa buscan salvar su decadente economía con el agua e hidrocarburos de México.

Ejemplos históricos de la recuperación de los valores indígenas

Una campaña para recuperar los valores culturales indígenas en México no sería, contrario a lo que pudiera pensarse, algo novedoso.

A mediados del siglo XIX, historiadores y anticuarios galeses convencieron a la Reina Victoria –dado su gran interés en la estética escocesa y galesa– de aceptar como válido el estudio del pasado Celta de Gran Bretaña, consiguiendo con eso que el estudio de su pasado pagano fuera socialmente aceptado, haciendo renacer a su vez la identidad cultural indígena Celta.

Actualmente los seis Estados que conforman la Liga Celta, celebran sus antiguas tradiciones locales con gran fervor embelesados por su pasado, pese al mestizaje e influencia modernista a la que han sido sometidos.

En Irlanda, antes del interés nacional por la recuperación de su cultura indígena, solo las zonas rurales rescataban lingüísticamente su lazo con el pasado, pues el inglés se había posicionado como lengua oficial, fomentado especialmente por la Iglesia y la política.

Desde la independencia de la República de Irlanda del Reino Unido, han logrado hacer del gaélico Irlandés (lengua celta) lengua nacional oficial.

Conclusiones

Si como mexicanos nos interesáramos más por nuestra historia clásica, encontraríamos un tesoro cultural impresionante, el cual nos enamoraría, convenciéndonos de lo necesario que es proteger de la discriminación y el abuso a las comunidades indígenas.

El propósito de este artículo es concientizar a las personas en contra de la discriminación y segregación de nuestros indígenas, pues sus ancestros estuvieron presentes en estas tierras muchísimos años antes del colonialismo y de la presente era postecnológica a la que generacionalmente pertenecemos, entonces podríamos asegurar con total objetividad que son precisamente estos grupos segregados, una parte importante de nuestro vínculo con el pasado.

Si pudiéramos eliminar gradualmente de nuestra comicidad familiar epítetos racistas como “negro”, “indio” o “prieto” les daríamos a los niños una especial libertad para la inclusión, fortaleciendo su inteligencia emocional.

Les comparto los enlaces, tanto de la entrevista al Subcomandante Marcos como al experimento social con niños por parte de la agencia 11.11 Cambio Social.